sábado, 16 de noviembre de 2013

Palabras de saludo para el seminario PSE sobre Interculturalidad, Sociedad y Educación en Bogotá en Octubre del 2013

                                     Bogotá 5 de octubre de 2013

Palabras de saludo para el seminario PSE sobre Interculturalidad, Sociedad y Educación en Bogotá en Octubre del 2013

Al iniciarse este Seminario PSE quiero hacerme presente con un saludo que quisiera traerles ánimo y esperanza. Al enviarles estas palabras pienso en ustedes, en los directivos de centros educativos y proyectos sociales de la Institución en América y en todo el entramado de padres, madres, amigos, colaboradoras y colaboradores que trabajan y se esfuerzan por crear un proyecto con sentido y dirección y de hacerlo vida y también, ¿Cómo no? Pienso en todas esas personas que crecerán e irán ahí madurando su proyecto de vida y para el que ustedes serán inspiración, contraste cercano y  estímulo que empuja siempre a nuevos retos.

En primer lugar quiero que juntos contemplemos desde la atalaya de los más de diez años pasados esa Propuesta Socioeducativa de la Institución Teresiana en Latino América. Al contemplarla, mirar de nuevo a su horizonte, bien diseñado colectivamente de una sociedad, de un mundo más fraterno, más justo, más habitable al que la Propuesta apunta con claridad y valentía. Mirar las metas es siempre una llamada a recrearlas, a dejarse ganar de nuevo por ellas, a sentir que otra vez nos nace el compromiso con nuevo empuje y una renovada certeza de que el trabajo constante, el empuje por construir desde la educación un tipo de persona y de sociedad merece los esfuerzos y los sacrificios que lleva consigo todo sueño que quiere hacerse realidad.

Contemplar juntos desde la atalaya el camino recorrido, tiene que llevarnos a reconocer con gratitud los logros conseguidos en el camino colectivo, los retos superados, la historia de salvación que se ha ido abriendo entre nosotros y descubrir emocionados que Dios camina con su pueblo, que es El quien nos abre camino por los mares y nos pone nubes luminosas y vientos favorables, que es su ternura que nos alienta y su compasión que cubre nuestros cansancios. Es reconocer también todo lo que hemos aprendido juntos y todo lo que debemos a quienes han caminado y empujado la historia con nosotros, a nuestro lado, codo con codo.

Contemplar juntos desde la atalaya es mirar con alegría y esperanza a esas personas que se han ido formando con nosotros como agentes de transformación social y de cambio y sentir la confianza en el futuro que puede construirse desde esas nuevas generaciones para un Continente joven y lleno de vida que cada vez siente con más fuerza su papel en la construcción de un futuro común, abierto y esperanzado. Es, a la vez saber mirar con lucidez crítica el camino por recorrer, los retos de la calidad y la mejora constante en esa tarea maravillosa de la educación transformadora y empoderadora de grupos y de individuos, que ha sabido crear metodologías y lenguajes comunes, experiencias significativas y contextos de aprendizaje donde poder desarrollar el perfil de persona que requiere la Propuesta Socioeducativa de la Institución.

En segundo lugar quiero resaltar la importancia del tema elegido para el seminario: Interculturalidad, sociedad y educación. Creer y proclamar la interculturalidad supone ya una mirada positiva a lo humano, sabiendo que lo genuinamente diferente no debe de ser causa de dificultad sino de llamada al descubrimiento, a la apertura, a romper el límite que nos habíamos impuesto a nosotros mismos, quizás sin darnos cuenta. La mirada “con simpatía a todo lo humano”, camino por el que nos introduce el carisma de la Institución Teresiana nos apoya a hacerlo con valentía y con seriedad, como lo hacía Poveda, con obras y en verdad. A mirar con simpatía los mestizajes que nos han ido construyendo en lo que somos como personas, como grupos, como pueblos y a mirar con esa misma mirada positiva lo que viene de otras tradiciones culturales que hoy viven a nuestro lado en las sociedades plurales, variadas y ricas que nos ha tocado vivir.

Mirar con simpatía no supone ni copiar, ni traicionar nuestros elementos de identidades más genuinos, ni dejarnos asimilar por modelos dominantes que puedan arrastrarnos a la superficialidad y al conformismo. Supone, no el deseo de suprimir lo diferente sino el saber pasar del respeto y la valoración inicial a la lucidez crítica y la profundidad en la mirada que descubre lo verdaderamente valioso que se nos ofrece y lo que nos puede ayudar a la construcción colectiva por ser nuevo, distinto, genuino y capaz de empujar nuestras fronteras de lo conocido y experimentado a lugares nuevos de lo verdaderamente humano.   Supone, no la negación, la trivialización  o la condena sino la pregunta sincera, la escucha abierta, la acogida al misterio que vive a nuestro lado.

Por la gran importancia que para nuestro modo de educar tiene la interculturalidad les invito, les animo a que profundicen en el tema y en sus impactos en la educación y en la sociedad para comprender mejor y aportar nueva luz a las causas que subyacen en los procesos por los que los individuos y los grupos caminen hacia las segregaciones estériles, las marginalizaciones dolorosas, las asimilaciones acríticas,  las integraciones creativas capaces de aportar y renovar las sociedades y los grupos.  El tema no es un tema ni mucho menos resuelto y les invito, por eso a dialogar para aportar luces nuevas en un punto necesitado de reflexión y de líneas de actuación claras.

Pero el objetivo general del seminario tiene una mayor especificidad: profundizar en las relaciones entre globalización, diversidad cultural y educación en la  perspectiva de la  Propuesta Socioeducativa Educar en tiempos difíciles. Dada la densidad del tema, les animo a entrar por las muy interesantes cuatro vías de análisis y de abordaje: la profundización en las diferentes lecturas del proceso de globalización, o los distintos posicionamientos ante la relación multiculturalismo y la interculturalidad o los diferentes  conceptos de la educación intercultural así como sus implicaciones para llegar a una oferta propositiva para los centros educativos y los proyectos sociales. Todo ello, nos permitirá seguir avanzando en el desarrollo del camino que juntos hemos iniciado.

Ojalá que el seminario sea muy fecundo y que puedan profundizar en la naturaleza ambivalente de fenómenos como la globalización que mientras nos ofrece nuevos caminos interesantes de dialogo, comprensión y acercamiento a otras regiones de nuestro mundo puede también homogeneizar, haciendo desaparecer ricas variedades que nacen de la riqueza de la creación o de los maravillosos entretejidos humanos que se han ido construyendo. Ojalá que nos haga descubrir más y reforzar las nuevas vías de aproximación a un fenómeno que convive ente nosotros y al que se intenta abordar con un nuevo enfoque construyéndolo no desde arriba y desde la homogeneización sino de abajo arriba, conservando el control desde las regiones y los grupos y por lo tanto edificado desde la variedad y la aportación de las concepciones de todos.

Finalmente, en tercer lugar, les pediría que profundizaran en la recientemente redescubierta necesidad de focalizarlo en la persona que educa. Parece que en nuestro momento histórico, habiendo ya avanzado en los métodos recién creados, en los programas de calidad bien probada, en los contextos educativos que son capaces de provocar experiencias significativas…., estamos redescubriendo de nuevo aquello que en 1912 escribía Pedro Poveda: “Dadme una vocación y os devolveré una escuela, un método y una pedagogía”.. (P. Poveda Consejos a las profesoras y alumnas de las primeras Academias de Santa Teresa, Oviedo 1912) y se está volviendo a focalizar de nuevo en la formación y el perfil de los educadores, en profundizar en la fuerza interior de unas convicciones o en la capacidad de “resilience”, que hemos vuelto a descubrir.

En la última afirmación oral que presentó hace unos días en Ginebra  el grupo que trabaja en Naciones Unidas por el derecho a la educación  y a la justiciabilidad de este derecho y en el que la IT está colaborando con otros grupos, aparece la afirmación de la necesidad de formar a los educadores , como uno de los puntos de acuerdo redescubiertos. Son estas personas, las que de verdad tienen el compromiso y la llamada a la educación como transformación, los que pueden a la postre abrir horizontes, hacer los puentes de valoración, seguir los aprendizajes, estimular los saltos necesarios, que empujen actitudes propositivas, innovadores, que hagan visionar el futuro de modo creativo y sin miedos, de saber acoger y potenciar todo lo de verdad humano aunque venga de caminos diferentes.

Termino con una gran esperanza; la de saber que este esfuerzo de articulación y dirección conjunta que es la Propuesta Socioeducativa está teniendo cada vez raíces más profundas y más comprometidas en los distintos lugares de nuestra geografía teresiana y muy especialmente en ese querido Continente con tantos retos, tantos elementos culturales diversos, tantas pertenencias, tantas amenazas y tantas posibilidades como se abren para el futuro de nuestras sociedades y nuestros pueblos.

Es para nosotros y nosotras una alegría, un sueño que se va haciendo realidad, seguir impulsando estos desarrollos  en nuestros Centros, Proyectos y presencias de misión en los que colaboramos con otras y otros queriendo hacer presente el Proyecto del Reino de Jesús.


Muchas gracias


Maite Uribe
Directora General
Institución Teresiana

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